Varios son los factores que hacen a una producción distinguirse al menos un tanto más de la media por estos tiempos. Generalmente rescatamos ciertas cualidades de films que sin lograr la calidad superior, se pueden llegar de alguna manera a destacar en algunos aspectos que tienen que ver tanto con su parte técnica como a la historia y sus opciones a la hora de venderse.
The Last Winter se presenta como un film prolijo, realizado de manera muy correcta por su director
Larry Fessenden, acompañado de una fotografía intensa, que puede capturar perfectamente la sensación de hermetismo, congeniando favorablemente con el clima hostil y enigmático que plantea su historia. Se percibe cierto malestar durante el desarrollo, permitiendo elevar la carga de suspenso que se acrecienta con el trascurso de los minutos y de situaciones ilusorias, un tanto indefinidas por su origen fantástico que rompen un poco con la idea de mostrar demasiado y de forma explicita, para resguardarse y tratar de generar intriga a partir de este recurso. Un film de terror psicológico apoyado sobre un claro mensaje con intenciones de denuncia ambiental, aportando buena cantidad de datos e información al costado de una historia meramente fantástica, deteniéndose además en el trascurrir de las acciones de un grupo apartado en la soledad extrema, cuyas fricciones derivan constantemente en peleas ideológicas de poder e intereses personales.
Fessenden logra desplegar su cine de autor de manera independiente, imprimiendo un estilo casi austero y sin adornos, con la repercusión que puede generar esto a partir de las diferentes opiniones que se pueda disponer sobre el film. Difícilmente el director logre impresionar con excesos de espectacularidad, tampoco es la intención del film dirigirse puntualmente hacia ese costado, sino intentar inmiscuirse pausadamente y de forma balanceada sobre un relato de terror con algunas propuestas validas dentro de su planteamiento y su manera de trasmitirlo. Su historia cuenta sobre un grupo de personas aisladas en una base asentada en medio del ártico al norte de Alaska, quienes trabajan para una importante compañía petrolera y la instalación de pozos petrolíferos en el área. Dentro del grupo hay quienes se encargan de estudiar y analizar el impacto ambiental de tal proyecto, mientras poco a poco se irá desencadenando una serie de inexplicables sucesos, que ponen en riesgo la seguridad física del grupo, mientras hay quienes continúan con la idea de no detener el trabajo. Un film de una factura técnica sobria, donde se trabaja con la idea del encierro y el aislamiento como base para formar el excelente ambiente que recuerda al clásico de John Carpenter The Thing (1982), reiterada comparación en cuanto a lo que tiene que ver en el concepto de idea básica, en este caso diagramada con claridad sobre las propias ideas del director. Seguramente el hecho de haber contado con una producción modesta puede influir sobre algunos aspectos en lo que tiene que ver mas con el tema de fx’s, sin llegar a restar calidad y fuerza a un film un tanto distinto, que se atreve a esquivar varios tópicos y vicios recurrentes dentro del cine de horror actual y jugar con una historia fantástica que presenta una variante interesante, además de verse acompañada de una reflexión ecológica sobre los posibles daños ambientales basada en teorías e hipótesis planteadas a través del film.
TÍTULO: The Last Winter
DIRECTOR: Larry Fessenden
GUION: Larry Fessenden, Robert Leaver
AÑO: 2006
NACIONALIDAD: USA
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